domingo, 9 de febrero de 2014

La Contaminación Electromagnética

por el prof. Alejandro Díaz Manzanelli

   Por "Contaminación electromagnética", “Electropolución" o “Electrosmog” entendemos la contaminación ambiental provocada por emisiones electromagnéticas capaces de alterar los tejidos de los organismos vivos. El problema – ignorado con escandalosa negligencia en la República Argentina- es que gran parte de los aparatos eléctricos que utilizamos diariamente producen electropolución. Esto es: televisores, computadoras, microondas, centros musicales, celulares, secadores de cabello, rasuradoras eléctricas, tubos fluorescentes, lámparas de bajo consumo, etc. Amén de ellos, ciertas instalaciones se consideran lisa y llanamente nocivas, como ser transformadores y tendidos de cables a baja altura, antenas de transmisión en zonas urbanas, edificios con estructuras metálicas, etc. Los transportes públicos agregan su cuota de electropolución pasiva, pues si bien automóviles, microbuses, metros subterráneos y ferrocarriles no son emisores, sus chasis metálicos son verdaderas Jaulas de Faraday que interfieren con los intercambios bioeléctricos de las células  del cuerpo.  ¿Nunca se preguntó por qué se queda misteriosamente dormido en un transporte público, aún cuando haya subido con todas las ganas de ir leyendo ese libro que tanto le interesa?



   Entre el interior y exterior de las células de los seres vivos se producen intensos intercambios bioeléctricos. El Corazón y el Sistema Nervioso registran una importante actividad bioeléctrica, nuestros tendones se activan por impulsos eléctricos, y las neuronas cerebrales poseen una importante cantidad de hierro y moléculas eléctricamente cargadas, que normalmente tienden a distribuirse según la irradiación de la Ionósfera y la Magnetosfera. De allí la importancia de desempeñarnos en un medio ambiente donde tales intercambios se produzcan en su natural equilibrio, ya que la alteración anormal de estos microvoltajes suele derivar en patologías tan diversas como Dermatitis, Dolores De Cabeza, Depresión, Irritabilidad, Alteración del Sueño, Parkinson, Alzheimer, Cáncer de cerebro, abortos espontáneos, etc.

     Cuando fluye una corriente eléctrica, produce un campo magnético. Esto se aplica a todo aparato eléctrico, siendo que la emisión electromagnética se mide en miligauss. Merced a los muchos estudios realizados en todo el mundo –estudios que la OMS insólitamente deshecha con harto facilidad- el umbral de emisión inofensiva de un electrodoméstico o aparato alimentado a electricidad es de 0.3 miliGauss (Suiza posee una interesante normativa de prevención al respecto).  Una emisión superior penetraría los tejidos y provocaría cambios en el metabolismo celular. Baste decir que un secador de cabello llega a emitir unos 50 miliGauss, y un teléfono celular produce una emisión de hasta de 200 miliGauss en el momento de realizar una llamada. Asimismo, las instalaciones eléctricas con aislación deficiente producen campos nocivos permanentes.




    Difícilmente podamos escapar a la electropolución si en Argentina no se toman firmes normas jurídicas, tal como por ejemplo lo han hecho Suiza, Alemania, España y EEUU. Mientras tanto, podemos equilibrar nuestros hogares con plantas de follaje abundante, fuentes y minifuentes, ionizadores, etc. Actividades como la Meditación, Reiki y artes yóguicas también se vuelven protagónicas, ya que una persona en plena meditación o “actividad Chi Kung” mejora notablemente la actividad bioeléctrica de su corteza cerebral, registrándose un incremento de ondas muy armónicas como las Ondas ALFA (100 a 150 microvoltios), THETA (50 a 100 mv) y DELTA (10 a 50 mv), que repercuten en la inervación de todo nuestro organismo y atenúan los nocivos efectos de la Electropolución.-

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